Children in flight
Limoges (Hte. Vienne) Francia. Primavera de 1943.
Los niños en fuga con voluntarios de los clandestinos del "Grupo Garel."


Después que habían sido hechos los arreglos, una señorita nos llevó—con dos jovencitas de apariencia semítica, según las normas de la propaganda nazi—a la estación de ferrocarriles de Limoges. La estación estaba llena de soldados alemanes de los cuales uno le hizo señas a Ernest, este chiquito guapo de pelo rubio y de ojos azules, con un terrón de azúcar, una tentación irresistible para un niño.

Nuestra acompañante murmuró entre sus dientes—sin mover sus labios—"no te mueves, quédate aquí, ven tranquilamente, muy lentamente" y nos fuimos del café de una manera tan despreocupada que cualquier observador un poco interesado debía haber estado convencido de que este grupo tenía algo que ocultar. Un joven estaba en la estación de ferrocarriles, esperándonos.

En este caso, el miedo era que el soldado le quitase los pantalones al chico para ver si era circunciso, y por lo tanto judío, pero es más que probable que este soldado tenía un niño también rubio y de ojos azules en un lugar lejos, en su patria, en Alemania y le hacía mucha falta.