apá se apropió del lujoso coche de nuestro tío Hermann—ya que el tío se encontraba de vacaciones en Bélgica—y, una vez en el coche su familia y su hermana Alma Meyer, con nuestro primo René Wolf conduciendo, nos fuimos a Francia encontrando a nuestro paso largas filas de otros refugiados—unos a pie, otros en caretillas tiradas por asno o caballo y otros en bicicleta.
Después de haber viajado así unos días, prácticamente a pie, llegamos en Francia al pueblo de Saint Mihiel, en Lorena, a donde, debido a los bombardeos alemanes, nos permitieron dormir en el sótano del Hotel "Rollot."