Ludwig David Moritz' amended birth certificate
El texto en el acta de nacimiento de Ludwig David Moritz fue cambiado—según las nuevas leyes—con fecha del 10 de Enero, 1939, con la incorporación del nombre adicional de Israel. En el año 1945, después de la guerra y la derrota de los nazis alemanes, este texto fue declarado inválido.




El diez de enero de 1939, los funcionarios del Ayuntamiento añadieron a la partida de nacimiento de Ludwig David Moritz el nombre suplementario de "Israel." En julio de 1945, después de la derrota del Tercer Imperio fascista alemán, del Tercer Reich, la partida fue modificada nuevamente anulando el previo cambio.

Rudolf Franzmann el hijo de nuestros vecinos, aprendiz y protegido de papá y al cual el ayudó al salir de sus orígenes campesinos, llegó a ser director de escuela; una vez jubilado y a petición de los dirigentes comunales, escribió dos volúmenes sobre la historia del municipio. Él me los hizo llegar en 1998, con una dedicatoria a la memoria de mis padres, a los cuales tanto debía.

Cuál fue mi sorpresa o, mejor dicho, conmoción al darme cuenta de que, inexplicablemente, el había olvidado mencionar los tres siglos de presencia, en aquellos lugares, de los Moritz y sus antepasados. Igualmente había olvidado mencionar las circunstancias de nuestra partida, de la cuales el pueblo entero había sido testigo. Parece pues que los vencedores no son los únicos que escriben—o reescriben—la historia.

Afortunadamente, el nuevo rico Bickler prontamente se fue en quiebra, al mal interpretar y juzgar a sus vecinos y clientes potenciales; esa gente simple, esos campesinos de los alrededores, no veían con buen ojo a este recién llegado que viajaba en coche—una novedad de los mas ricos en aquellos días—mientras que el viejo Isidor y su hijo Ludwig, el buen amigo de siempre—venían con las muestras de sus mercancías, desplazándose como ellos—caminando o en bicicleta.

Una vez en quiebra, Bickler tuvo la suerte de poder instalar la oficina de Correos en la antigua tienda de J. Moritz, lo cual le garantizó un poquitín de ganancia, una renta de miseria.

"Sic transit gloria" es lo que ya opinaron los Romanos.