Los hermanos Mauricet iban a la escuela primaria en Vernoux, a tres o cuatro kilómetros de distancia a través de la selva desde la hacienda de "La Blachette."

Con pies desnudos en zuecos de madera llenos de paja, o con los zuecos en las manos, corrimos a través de los bosques.

Running through the woods
Corriendo descalzos a través del campo con los zuecos en las manos.

Generalmente estábamos en la escuela en las mañanas y regresábamos a la hacienda en la tarde para cuidar a los animales y ayudar en la hacienda.

A nuestro maestro, Sr. Gounod, no le gustaba nada que veníamos de manera tan irregular y nos amenazó con represalias, de denunciarnos dijo si no cambiábamos esta manera de comportarnos.

Resoling the clogsNunca explicó exactamente las que debían haber sido estas represalias pero entendimos perfectamente lo que quería decir. De todas maneras, una cosa era cierta, y es que el buen maestro no tenía malas intenciones ya que, cuando mis zuecos de madera estaban rompiéndose, convocó a la clase entera, un sábado en supuestos trabajos manuales y me rehicieron nuevas suelas.

Cada uno trajo algo—ya sea un pedazo de cuero o una vieja rueda de caucho o unos clavos o puntillas y se pusieron a rehabilitar mis zuecos, no por vanidad, si no que se sabía que unos zuecos nuevos habrían causado meses de dolorosas ampollas y también que zuecos con agujeros no eran exactamente lo ideal en invierno.